A mis padres, abuelos y ancestros, los libero: de sentir que conmigo han fallado.
Libero a mis hijos de la necesidad de enorgullecerme, que escriban su propio camino según su corazón les diga al oído.
Libero a mi pareja de la obligación de complementarme. Nada me falta, aprendo de cada ser todo el tiempo.
A mis abuelos y ancestros que se fueron encontrando para que yo hoy aquí respire vida en nombre de ellos, los libero de las culpas del pasado y de los deseos que no cumplieron.
Consciente de que hicieron lo mejor que pudieron para resolver sus situaciones desde los recursos de conciencia que tenían en ese momento, los honro, los amo y reconozco inocentes a todos y cada uno de ellos.
Me desnudo ante sus miradas, para que sepan que no oculto ni debo nada más que ser fiel a mi mismo y a mi propia existencia, que si la camino con sabiduría podré ser consciente de que cumplo mi propio proyecto de vida, libre de lealtades familiares invisibles y visibles que puedan perturbar mi Paz y Felicidad que es mi única responsabilidad. Renuncio al rol de salvador, de ser quien une o cumple expectativas ajenas.
Aprendiendo a través y sólo a través del Amor, bendigo mi esencia, mi forma única de expresarme, aunque alguien no pueda comprenderme, Yo me comprendo, porque sólo yo he vivido y experimentado mi historia, porque me conozco, se quien Soy, lo que siento, lo que hago y porqué lo hago.
Me respeto y apruebo. Honro la Divinidad en mi, y en ti...
Quedamos libres.
Gracias, gracias, gracias,
gracias, gracias, gracias,
gracias, gracias, gracias.